domingo, 30 de octubre de 2011

¿El amor un mandamiento?


El amor no se puede mandar, no se puede imponer por imperativos legales, ni morales, ni espirituales. El amor brota de lo que Jesús llama exprimir todo el corazón, todo el espíritu y toda la mente al caer en la cuenta de que somos amados sin merecerlo.
 Percatarnos de ser queridos incondicionalmente y dejarse querer así es lo que capacitaría para quererse a sí mismo y poder querer al prójimo como a sí mismo.
 Pero... ¿como será posible percatarse de ser querido por Dios sin tener una experiencia concreta humana de ser querido incondicionalmente sin merecerlo?

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