viernes, 29 de mayo de 2015

La mejor Comunidad

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Jesús y los discípulos: Una vez más la relación íntima de Jesús y los que Él ha escogido. El diálogo entre ellos les infunde fuerza.

Les invita e indica a que transmitan todo aquello que les ha enseñado, que se abran a los demás (a todos los pueblos) que los ayuden, bautizando, incorporándolos a ser discípulos: personas conscientes del amor de Dios. 

Y para este mandamiento no estarán nunca solos. La promesa es que Él siempre estará con ellos por siempre jamás y hasta el fin del mundo, pase lo que pase.

¿Estoy abierto/a al diálogo con Jesús? ¿Cómo lo hago? 
¿Me siento escogido/da y por lo tanto enviado/da en transmitir el amor de Dios? 
¿De qué manera puedo incorporar a ser más personas discípulos de Jesús?

1 comentario:

HTTP://rosadeabril-m.blogspot.com dijo...

¡Discípulos de Jesús! Una palabra que no habíamos encontrado en el Evangelio ni en la infancia ni en la adolescencia de Jesús,sino en su vida pública.

Cuando Jesús se decidió a prepararse para comenzar su Misión Mesiánica, tuvo que "independizarse",¡cómo le habrá costado dejar su casa de Nazaret, iniciar una vida sin los cuidados de su Madre..! Y Ella, ¡cómo sufriría conociendo de antemano los sufrimientos por los que debía de pasar..!

Jesús salió solo para ser bautizado por Juan Bautista. Solo se retira al desierto donde vivió cuarenta días y cuarenta noches orando y ayunando.
Solo va otra vez, por la orilla del Jordán, cuando sale del desierto, para recibir de Juan el testimonio de su misión divina.
Y solo, vuelve a pasar al día siguiente por la misma orilla, sin pararse a hablar con nadie,(Jn 1,35-51)

¡Qué llenos de amor y de misterio aquellos primeros momentos de la vida pública de Jesús!

Jesús debe comenzar su Obra, la gran Obra de salvar al mundo con su Palabra, su ejemplo, su pasión y su muerte. Lo hubiera tenido muy fácil dirigiéndose al Templo de Jerusalén aprovechando cualquier solemnidad, transfigurándose con Moisés a su derecha y Elías a su izquierda y en las alturas su Padre celestial, dando todos testimonio de Él; pero estre no era el programa de Jesús. Su estilo no es el nuestro.

Jesús va solo, buscando entre los grupos del Bautista, alguien que se deje atraer por la humildad de su porte y por el amor de su mirada.
Andrés y Juan lo llamaron: Maestro, ¿dónde vives? Y se quedaron con Él aquella noche, porque ya eran las cuatro de la tarde cuando los invitó a "seguirle".Misterio de aquella noche, el Evangelio no lo dice, pero los dos volvieron entusiasmados, buscándole conocedores y amadores,

Jesús ya no está solo, ya está rodeado por los Apóstoles, a los que adoctrinará y, aunque son muy rudos, con Jesús aprenderán porque van a ser los "fundadores" de la Comunidad más importante: la Iglesia de Cristo.