Jesús pone como ejemplo de verdadero amor a la mujer pecadora que en casa de un fariseo, le lava los pies con perfume y lágrimas. Era y es, incluso hoy día, considerada impura, inferior, una prostituta. Pero Jesús se deja tocar y lo agradece de corazón. Jesús la pone como ejemplo de perdón, de fe y de amor, una cosa muy transgresora incluso en los tiempos en que vivimos.
Piensa en todas aquellas personas que te han ofendido... ¿Los has perdonado de manera sincera?
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