Hoy, contemplamos a Jesús a través de la mirada de Juan. Jesús aparece como el que ha venido a cargar con los pecados de todos los hombres, no sólo los del pueblo de Israel, sino los de toda la Humanidad. "No basta que seas mi siervo solamente para restablecer las tribus de Jacob...te he hecholuz de las naciones para que mi salvación llegue hasta los confines de la tierra"; palabras del Señor a su Siervo que leemos en el libro del profeta Isaías.Juan, después de la experiencia de sus bautismos con agua reconoce al que bautiza con el Espíritu Santo; y, da testimonio de que "éste es el Hijo de Dios". El mundo de hoy está empeñado en no reconocer ningún pecado...Jesús es el Cordero de Dios que viene a cargar sobre Sí los pecados del mundo. Jesús se va a morir de pena al comprobar que entre nosotros que llevamos una vida ordenadita, que no hacemos mal a nadie, ni a nosotros mismos; pero¡ay!, cuando nos examinamos con cierto rigor, nos encontramos de todo: orgullo, soberbia , poca generosidad, envidia, pereza...Jesús no ha venido a sacarnos los colores. Ha venido a asumir nuestras culpas y a regalarnos una inocencia que no es fruto de nuestras obras sino de su Amor.
La enseñanza de Jesús no se queda en unas palabras humanas por elevadas que puedan ser; son reflejo de las Palabras del mismo Dios que quiere llevar a las almas conducidas por su Hijo a través del AMOR para establecernos en el Reino de los Cielos en la eterna bienaventuranza.
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Hoy, contemplamos a Jesús a través de la mirada de Juan. Jesús aparece como el que ha venido a cargar con los pecados de todos los hombres, no sólo los del pueblo de Israel, sino los de toda la Humanidad. "No basta que seas mi siervo solamente para restablecer las tribus de Jacob...te he hecholuz de las naciones para que mi salvación llegue hasta los confines de la tierra"; palabras del Señor a su Siervo que leemos en el libro del profeta Isaías.Juan, después de la experiencia de sus bautismos con agua reconoce al que bautiza con el Espíritu Santo; y, da testimonio de que "éste es el Hijo de Dios".
El mundo de hoy está empeñado en no reconocer ningún pecado...Jesús es el Cordero de Dios que viene a cargar sobre Sí los pecados del mundo. Jesús se va a morir de pena al comprobar que entre nosotros que llevamos una vida ordenadita, que no hacemos mal a nadie, ni a nosotros mismos; pero¡ay!, cuando nos examinamos con cierto rigor, nos encontramos de todo: orgullo, soberbia , poca generosidad, envidia, pereza...Jesús no ha venido a sacarnos los colores. Ha venido a asumir nuestras culpas y a regalarnos una inocencia que no es fruto de nuestras obras sino de su Amor.
La enseñanza de Jesús no se queda en unas palabras humanas por elevadas que puedan ser; son reflejo de las Palabras del mismo Dios que quiere llevar a las almas conducidas por su Hijo a través del AMOR para establecernos en el Reino de los Cielos en la eterna bienaventuranza.
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