La ley del Talión tiene se fundamenta en el rencor y el deseo de venganza. Pero Jesús afirma que las relaciones humanas no se deben plantear y vivir mediante leyes o comportamientos de venganza, sino sólo a partir de la bondad, que siempre busca el bien del otro y lo mejor del resto. Este principio ético que propone Jesús, antepone siempre los intereses de los otros a los propios intereses. Ciertamente eso representa una revolución de la convivencia.
Por otro lado, querer a vuestros enemigos, es la propuesta que nos hace Jesús sobre las relaciones humanas, que excluye del todo la violencia. Los discípulos de Jesús tenemos como distintivo el amor universal. Por otro lado, Jesús no quiere nuestras intolerancias, o nuestras capacidades de depreciar, juzgar, rechazar y condenar a los otros. La bondad supera todas las diferencias y vence todos los resentimientos.
- ¿Cómo estamos de venganzas y de amor? ¿Cuál es tu actitud general frente a las personas que no te caen bien.
- Pide al Padre que te ayude a vivir todas estas actitudes de mediocridad. Pídele con fe la capacidad de amor universal.
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