sábado, 15 de julio de 2017

Y salió a sembrar...

Es probable que esta parábola del sembrador pretendiera decir, en su origen y con mucha fuerza que "la palabra del Reino" (19) que Jesús siembra es eficaz y poderosa, capaz de dar fruto. Ya tenemos trabajo por muchos días de verano. Jesús nos pone una parábola: "La parábola del sembrador". Nos dice el motivo de usarlas: "El porqué de las parábolas" y por último nos lo explica: "Explicación de la parábola del sembrador".

Os invitamos a entrar dentro del texto de la forma que dice Jesús: ¡Mirando! ¡Viendo! ¡Escuchando!, con ojos nuevos, orejas nuevas, palabras nuevas. De tal manera que todo parezca nuevo.

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1 comentario:

HTTP://rosadeabril-m.blogspot.com dijo...

La sabiduría que pedimos a Dios siempre se orienta a la salvación de las almas.En la Primera Lectura correspondiente al Domingo XVII recordamos aquella oración tan bonita cuando el rey Salomón, invitado por Dios, en sueños, a pedirle lo que quisiera, el rey con sumo cuidado le pidió un corazón dócil para gobernar bien a su pueblo, capaz de discernir el mal del bien y, esto le gustó a Dios y se lo concedió junto con otros muchos dones; por desgracia este gran rey no supo organizar bien su vida . Con todo su sabia petición nos dice que la verdadera sabiduría solo el Señor puede concederla y vale más que todos los tesoros del mundo.
El Evangelio, relata las últimas parábolas del Reino. Jesús, Sabiduría encarnada, enseña a los hombres la sabiduría necesaria para conquistar el Reino de los Cielos.Su enseñanza en forma de parábola es viva y tiene la capacidad de penetrar y mover los corazones y ponerlos a trabajar enseguida porque el Reino de los cielos es un tesoro escondido, pero presente en el mundo por el que hay que dar la vida . Muchos lo tienen cerca, pero no lo descubren; y muchos lo han descubierto pero no saben valorarlo y prefieren entregarse al desenfreno y a las satisfacciones efímeras que ofrece el mundo. Sólo los corazones dóciles serán capaces de discernir el mal del bien; lo eterno de lo transitorio. Jesús no pide poco al que quiere ganar el reino; lo pide todo; pero le promete la plenitud y la beatificante comunión con Dios.
La parábola de la red llena de toda clase de peces, buenos y malos, que al final de la redada serán seleccionados,tirando los malos fuera nos dice muy claro que lo que importa es la situación final de las almas, la situación final y eterna , pero ésta la decide a lo largo de su vida renunciando a todo lo que es malo y se opone a la voluntad de Dios.,