En este fragmento del evangelio, Mateo nos presenta una situación en la que Jesús es puesto a prueba por parte de los fariseos. En aquel tiempo cada judío tenía que pagar su tributo al emperador romano y muchos judíos lo consideraban inaceptable porque creían que era un acto de idolatría, ya que sólo Dios podía ser considerado el soberano de Israel. Jesús se escapa de la trampa con habilidad y astucia dejando una invitación a la coherencia.
“Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” comporta una llamada a hacer lo que es correcto en todo momento. El seguidor de Jesús está llamado a vivir con profundas convicciones cívicas haciendo realidad el plan de Dios en su vida.
Piensa unos segundos en tu vida, en tu seguimiento del evangelio.
¿Es coherente tu vida con la de Jesús? ¿Qué cosas debes corregir?
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