miércoles, 29 de octubre de 2014

Día de los Santos Difuntos

Quizá pueda resultarnos un día triste por la ausencia de los seres queridos. Desde una perspectiva de fe, no ha de ser así. Todos los que nos han dejado ya están viviendo la vida que es auténtica, para la cual nos estamos preparando ya aquí en la Tierra. Por eso demos gracias a Dios por la vida de todos aquellos Santos y Santas que nos han precedido.

¿Has vivido? ¿Has querido? 
Autor: Pere Casaldàliga 

Al final del camino me preguntarán:
¿Has vivido? ¿Has querido?
Y yo, sin decir nada,
abriré el corazón vertiente de nombres.

No se trata de la muerte, sino de la vida. 

No se trata de "¿Cómo murió?", sino de "¿Cómo vivió?"
No se trata de "¿cuánto ganó?" sino de "¿Cuánto dio?"
Son estas las unidades para medir
el valor de todos los seres humanos, y no su nacimiento.
No se trata de "¿tuvo dinero?", sino de "¿tuvo buen corazón?"
¿Cómo representó el papel que Dios le dio?
¿Tuvo siempre una palabra amable, una sonrisa?
¿Supo limpiar las lágrimas?
No importa cuál fue su templo,
lo que importa es si ayudó a los necesitados.
No importan los elogios que al morir, le pudiera hacer la prensa,
lo que importa son quienes lloraron su muerte.

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1 comentario:

HTTP://rosadeabril-m.blogspot.com dijo...

TODOS LOS SANTOS
(1 DE NOVIEMBRE)

Estamos contentos porque estamos en "familia". Nos hemos reunido en torno al Señor para celebrar con Él esta fiesta en honor de todos los Santos. También los Ángeles alaban al Hijo de Dios. La Liturgia del Pueblo de Dios, peregrino en camino a la Casa del Padre, se reúne hoy a la Iglesia celestial para celebrar a Cristo, Señor; muchedumbre inmensa, de toda nación, de toda raza. Todos están marcados en la frente; están vestidos con vestiduras blancas, lavadas en la Sangre del Cordero. Todos, por el Bautismo han participado en la Muerte de Cristo y también es su Resurrección y le pertenecen por entero.
Son los Santos reconocidos por la Iglesia, Santos canonizados y conocidos; pero también un gran número se Santos que no están canonizados y que han sabido llegar a la Casa del Padre.

Hoy invocamos la intercesión de estos Santos y ofrecemos nuestras oraciones y nuestras limosnas en sufragio por los difuntos que se purifican en el Purgatorio, que todavía no están en el cielo.

La Iglesia consta de tres estados: Los Santos que son los bienaventurados que gozan ya de la visión de Dios; los difuntos todavía no admitidos, que se están purificando y los "viadores" que están peregrinando y soportando las pruebas de la vida . Entre unos y otros hay una separación insalvable pero no impide su unión espiritual; ya que los seguidores de Cristo están unidos a Él, constituyen una misma Iglesia. La unión de los "viadores" con los hermanos que ya se durmieron en la paz de Cristo, de ninguna manera se interrumpe, sino que se robustece a través de la comunión de los santos. Los Santos interceden por los hermanos para apresurar la gloria eterna. Entendemos por santos los que ya están en el cielo, los del Purgatorio y los de la tierra que viven santamente.

La muerte no significa la destrucción del hombre; la muerte es un nacimiento a la vida eterna.