lunes, 4 de marzo de 2013

Por si la cuaresma es igual a otras cuaresmas



Creo que si no concretamos en esta vida las cosas, la vida se nos pasa sin pena ni gloria. En la cuaresma pasa lo mismo porque los días pasan y no concretamos en qué queremos cambiar o mejorar. Al final, a lo peor, deberemos decir aquello de "otro año más sin cambiar nada". Pero sí que se pueden cambiar cosas. Por eso os propongo algo para que mejoremos a lo largo de la próxima semana.

He cogido un refrán popular que dice "piensa mal y acertarás". Si lo pensamos bien, es un pensamiento muy negativo que no nos hace nada bien porque nos da vía libre para pensar mal de las personas y, además, suponer que estamos acertando sin que por ello llevemos razón. Por eso, vamos a poner el refrán en positivo y vamos a decir: "piensa bien y acertarás". Ahora intentaré concretar la propuesta con cosas concretas que sí podemos hacer, así que manos a la obra y a intentarlo durante esta semana.

.- Primero, esfuérzate en hacer un ejercicio de pensamiento positivo. Cada vez que pienses en alguien, procura no buscar lo negativo de esa persona e intenta pensar en lo positivo. Lo negativo no desaparecerá por ello, pero tú habrás mirado de otra forma a esa persona que te molesta, que no te gusta o que te resulta muy pesada. Piensa bien de él o de ella y verás cambiar las cosas.

.- Segundo, intenta entablar un rato de conversación con esa persona y procura preguntarle por sus cosas personales, por su familia, por su salud,... Si pasas de las conversaciones triviales y de compromiso al plano personal, habrás dado un paso muy importante para conocer mejor a esa persona.

.- Tercero, intenta comenzar cada día con un pensamiento positivo de ti mismo y de las personas más cercanas, porque si lo comienzas con esa forma de pensar, habrás puesto la base para que el resto del día sigas pensando en positivo de los demás.

.- Cuarto, dedica un rato a rezar por esas personas que te caen mal o que te molestan. Pide por ellos, pide por ti y no olvides leer el evangelio del día o algún pasaje de la Biblia. Seguro que te ilumina dejar que Dios intervenga en tu vida.

.- Quinto y último. Si haces el esfuerzo de pensar bien de los demás, es posible que a lo largo de la semana te sientas inclinado a hacer algo por esa persona. Si es así, hazlo. Siéntete bien haciendo algo de forma desinteresada y seguro que habrás crecido como persona.

Pensar bien de los demás es hacer que los demás sean importantes para mí sin poner condicionantes negativos previos.

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