Vamos por nuestras ciudades y vemos prisa, mucha prisa. A veces me planteo si las personas saben a donde van o si es tan importante la meta de su trayecto, de si le hará más persona cuando lleguen a ese lugar tan imortante para la existencia de muchos.
Aquí os dejo un artíulo de una profesora de educación que habla sobre el día que decidió dejar de decir "date prisa".
Espero que os guste.
Pincha en este enlace: "El día que dejé de decir, "date prisa"
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