Os dejo una reflexión sobre la Iglesia del Papa Francisco en el marco de las JMJ de Brasíl.
«Hace falta una Iglesia que no tema entrar en la noche de quienes se han alejado de Dios para reencontrarlos en su camino;
Necesitamos una Iglesia capaz de dialogar con aquellos discípulos que vagan sin una meta, decepcionados por un cristianismo considerado estéril, infecundo, incapaz de generar sentido a la vida;
Necesitamos una Iglesia que les acompañe, consciente de que la simple escucha no es suficiente;
Necesitamos una Iglesia que descubra qué sucedió aquella noche en la que tantos hermanos huyeron de Jerusalén;
Necesitamos una Iglesia que acepte y comprenda las razones por las que hoy tanta gente se aleja de ella;
Necesitamos una Iglesia capaz de acompañar a los alejados en su retorno a Jerusalén;
Necesitamos una Iglesia que les ayude a redescubrir las cosas gloriosas y gozosas que acontecen en Jerusalén;
Necesitamos una Iglesia que les ayude a comprender que ella es nuestra Madre, y que no están huérfanos.»Y el Papa acaba su reflexión con otras dos preguntas: «¿Dónde está la Iglesia donde hemos nacido? ¿Qué imagen de Iglesia ofrecemos hoy a los alejados?» Cada vez que el papa Francisco abre la boca, nos sentimos interpelados.
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