Como María también nosotros presentamos esa luz, que es Jesús, en el candelero de nuestras manos María lo hizo, no solamente porque la tradición empujaba, también desde el convencimiento que, aquel Niño, estaba llamado a horas más grandes y que, posiblemente, traspasarían su corazón con la espada más afilada del sufrimiento
Como María, también nosotros, nos adentramos en el gran templo que es el mundo sosteniendo, con luchas y fatigas, el peso de la fe que nos exige verdad y justicia, amor y alegría, entrega y compromiso,
claridad, caridad y esperanza
Como María, también nosotros, necesitamos ser purificados:
- bucear desde la mediocridad hasta la perfección más alta
- saltar de la verdad a medias, a la transparencia y veracidad de nuestras palabras
- alejarnos del relativismo que lo invade todo
- enterrar odios y divisiones que guerrean en nuestro corazón
- dinamitar las dudas que quieren cabalgar sobre las certezas o sobre la fe misma
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Como María, también nosotros, nos adentramos en el gran templo que es el mundo sosteniendo, con luchas y fatigas, el peso de la fe que nos exige verdad y justicia, amor y alegría, entrega y compromiso,
claridad, caridad y esperanza
Como María, también nosotros, necesitamos ser purificados:
- bucear desde la mediocridad hasta la perfección más alta
- saltar de la verdad a medias, a la transparencia y veracidad de nuestras palabras
- alejarnos del relativismo que lo invade todo
- enterrar odios y divisiones que guerrean en nuestro corazón
- dinamitar las dudas que quieren cabalgar sobre las certezas o sobre la fe misma
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1 comentario:
La Liturgia de esta fiesta es muy solemne y gozosa porque es la primera vez que Cristo entra en el Templo; pero también tiene la nota triste porque viene para ser inmolado.El Hijo de Dios, al encarnarse, quiso "parecerse en todo a sus hermanos"(Hb,2,17); sin dejar de ser Dios, quiso ser verdadero hombre entre los hombres, meterse en su historia y compartirlo todo con ellos como uno más; y, aunque Él no iba a ser nunca un hombre pecador porque era Dios y estaba lleno del Espíritu Santo,quiso someterse a la observancia de la ley prescrita para el hombre pecador. De esta manera, el cumplimiento de esta ley mosaica, hace que Jesús, llevado por María y José,se encuentre en el Templo con su pueblo que le aguardaba en la fe.Aunque allí había mucha gente, tan solo fue acogido y reconocido por Simeón, hombre justo y piadoso que esperaba el consuelo de Israel(Lc2,25,y por la profetisa Ana que vivía en la oración y que estaba iluminada por el Espíritu Santo.
La Liturgia de hoy convida a los fieles al encuentro con Cristo en la Eucaristía, para saludarlo como a su Salvador, para ofrecerle el homenaje de una fe y un amor ardientes semejantes a los de Simeón y Ana y estrecharlo entre los brazos y acogerlo dentro del corazón.Este es el significado de la procesión de la "Candelaria":ir al encuentro de Cristo"Luz del mundo"con la llama encendida de la vida cristiana que tiene que ser un reflejo de su resplandor.
Jesús, aceptando que era un bebé frágil, recién nacido, quiso ser ofrecido por las manos de su Madre, que aparece ya en su función de Corredentora. María sabe que Jesús es el Salvador y, ofreciendo a su Hijo, se ofrece a sí misma, comenzando así su "pasión"que cada día asociará a la del Hijo.
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