La novedad siempre lleva consigo la alegría, el cuidado, el asombro y el no dejar de disfrutar de lo que se tiene. ¿Pasa eso con la fe? Quizá este vídeo nos recuerde que tenemos que ser como niños para que el encuentro con Dios siga siendo cada día tan novedoso y alegre como el primero.
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