Nuestra capacidad nos viene de Dios. Él nos ha dado unos "talentos" suficientes para nuestra santificación. No dependemos de los demás; sólo tenemos que rendir juicio al Señor. No debemos permitir a nadie el derecho a juzgarnos, sino que cada uno se puede juzgar por ver reflejado en su conciencia el veredicto del Tribunal de la Misericordia. No somos mejores porque nos alaben ni peores porque nos critiquen. No vamos a ponernos tristes cuando oigamos hablar mal, ni vamos a alegrarnos cuando nos envuelvan en alabanzas; cada uno debe saber lo que vale. Esta es la libertad y el derecho a ser nosotros mismos y nuestra felicidad como personas.
Nuestra vida está en nuestra conciencia y nuestra conciencia en las manos del Señor, nuestro Padre Quién al final del camino nos espera para estrecharnos entre sus Brazos y comprobar cómo hemos negociado los talentos...;cómo hemos amado a los hermanos.
1 comentario:
Nuestra capacidad nos viene de Dios. Él nos ha dado unos "talentos" suficientes para nuestra santificación. No dependemos de los demás; sólo tenemos que rendir juicio al Señor. No debemos permitir a nadie el derecho a juzgarnos, sino que cada uno se puede juzgar por ver reflejado en su conciencia el veredicto del Tribunal de la Misericordia. No somos mejores porque nos alaben ni peores porque nos critiquen. No vamos a ponernos tristes cuando oigamos hablar mal, ni vamos a alegrarnos cuando nos envuelvan en alabanzas; cada uno debe saber lo que vale. Esta es la libertad y el derecho a ser nosotros mismos y nuestra felicidad como personas.
Nuestra vida está en nuestra conciencia y nuestra conciencia en las manos del Señor, nuestro Padre Quién al final del camino nos espera para estrecharnos entre sus Brazos y comprobar cómo hemos negociado los talentos...;cómo hemos amado a los hermanos.
Publicar un comentario