El evangelio de hoy nos invita a decir sí. Un sí que también parte de Dios y se dirige a todos nosotros a través de una sencilla chica de pueblo, María. Pero también un sí que es respuesta a este amor de Dios que representa de alguna manera los sí de tantos hombres y mujeres que han aceptado los planes de Dios en sus vidas.
Que se cumplan en mí tus palabras, es una oración que hemos oído e incluso que podemos haber pronunciado más de una vez. Aceptar la voluntad de Dios no es nada fácil. Pero quizás durante este Adviento tendríamos que ver que es Dios y no nosotros el que sale al encuentro, que nos está preparando la Navidad y que está deseando venir en plenitud a nuestra vida.
Podemos preguntarnos como María, ¿Cómo podrá ser esto? Puede que pensemos que este mundo, o que nosotros mismos, no tenemos remedio, que siempre caemos en los mismos errores, que nuestra vida siempre gira alrededor de los mismos temas y preocupaciones.
La respuesta es la misma que se le dio a María, nosotros solos muchas veces no somos capaces de conseguir las cosas, pero con la fuerza y la ayuda de Dios, sí que podemos.
Que este tiempo de Adviento, Dios escuche nuestra profunda y sincera respuesta: que se cumplan en mí tus palabras. Y que seamos capaces de acoger en nuestras vidas el amor salvador de Dios.
Pincha en la imagen para obtener el material
Que se cumplan en mí tus palabras, es una oración que hemos oído e incluso que podemos haber pronunciado más de una vez. Aceptar la voluntad de Dios no es nada fácil. Pero quizás durante este Adviento tendríamos que ver que es Dios y no nosotros el que sale al encuentro, que nos está preparando la Navidad y que está deseando venir en plenitud a nuestra vida.
Podemos preguntarnos como María, ¿Cómo podrá ser esto? Puede que pensemos que este mundo, o que nosotros mismos, no tenemos remedio, que siempre caemos en los mismos errores, que nuestra vida siempre gira alrededor de los mismos temas y preocupaciones.
La respuesta es la misma que se le dio a María, nosotros solos muchas veces no somos capaces de conseguir las cosas, pero con la fuerza y la ayuda de Dios, sí que podemos.
Que este tiempo de Adviento, Dios escuche nuestra profunda y sincera respuesta: que se cumplan en mí tus palabras. Y que seamos capaces de acoger en nuestras vidas el amor salvador de Dios.
Pincha en la imagen para obtener el material
No hay comentarios:
Publicar un comentario