miércoles, 18 de febrero de 2015

Ceniza

El miércoles de ceniza marca, para nosotros, el comienzo de la cuaresma. Un tiempo de conversión, de camino, de preparación para la pascua. Una ocasión para tomar aliento, adentrarse en el desierto –aun en medio de la vida- y revisar lo que uno está haciendo. Hace unos años, al ponerte la ceniza te decían algo así como que eres polvo y al polvo volverás. Y hoy en día te dicen eso de conviértete y cree en el evangelio. Un poco menos dramático esto último, pero en cualquier caso, ambos mensajes tienen su recordatorio para mí hoy.

Para hacer esta oración, pincha en la imagen


De rodillas solo ante ti,
Señor de la vida.
No ante fugaces promesas
o imposibles tesoros.
No ante los dioses de barro.
De rodillas,
sin aspavientos
ni exigencias.
No hay mérito
ni medalla
que garantice respuesta.
No hay contrato
o regateo
para atraparte.
Es más fácil.
Pedirte ayuda,
abrir los brazos,
y murmurar, confiado,
“si quieres, puedes…”

José Mª Rodríguez Olaizola, sj 

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