Tras las dudas y los miedos, llega la alegría y la paz. Pero la paz que nos da Jesús es la paz que nace desde el interior, la serenidad que ayuda a ver la realidad con otros ojos.
Encontrarse con Cristo resucitado nos da serenidad, nos trae calma, pero a la vez nos lanza al mundo para ser testigos de este encuentro.
¿Vivo una paz externa o me nace desde dentro?
Encontrarse con Cristo resucitado nos da serenidad, nos trae calma, pero a la vez nos lanza al mundo para ser testigos de este encuentro.
¿Vivo una paz externa o me nace desde dentro?
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