jueves, 3 de septiembre de 2015

Vida simple.

En un mundo, cuyo denominador común es la velocidad, a veces uno se desespera por no tener aquello que desea. Nos desesperamos y queremos una vida tranquila, pero no sabemos cómo. Bastaría con que cada día le dedicáramos un tiempo a detener nuestra vida y dedicar un breve instante a vivir con intensidad.


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