El acento de este relato recae en la fuerza de la fe. El milagro de la Fe abre los ojos a una nueva dimensión de la vida y hace posible interpretar la realidad con una nueva clave: ver con los ojos de Jesús.
¿En qué sentido puedo o debo decir yo también, como el ciego Bartimeo: "Maestro, haz que vea"…?
¿En qué sentido puedo o debo decir yo también, como el ciego Bartimeo: "Maestro, haz que vea"…?
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