La oración formaba parte de la vida del pueblo judío. Jesús, como judío que era, aprendió a rezar en familia y en la sinagoga. Durante su ministerio, la oración toma una particularidad: su acercamiento a Dios-Padre.
En el evangelio de Lucas, la oración del Padrenuestro también se encuentra enmarcado en una catequesis sobre la oración. Las enseñanzas se agrupan en tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).
En Lucas, los discípulos reconocen en la práctica de Jesús una nueva forma de orar, que les impresiona y quieren imitar. Un día, al finalizar su oración, uno de ellos le pide que les enseñe a orar. La comparación con Juan el Bautista y sus discípulos es importante. Era común que cada maestro transmitiese a su grupo de seguidores una oración que los uniera, una especie de credo que los identificase. Los discípulos le reclaman al Señor que él también les enseñe una oración que los reúna, que los congregue como comunidad que intenta vivir como él. El Padrenuestro es una síntesis del mensaje de Jesús, un resumen de sus motivaciones más profundas. Es importante descubrir que Jesús, cuando quiere transmitir lo medular de su predicación y su vida, no utiliza un discurso doctrinal, sino una breve oración que reúne lo más importante del sentido de su vida. Jesús reza y enseña el Padrenuestro porque primero lo vive y lo practica.
Como Jesús… ¡Vivamos y experimentemos la fuerza de la oración!
En el evangelio de Lucas, la oración del Padrenuestro también se encuentra enmarcado en una catequesis sobre la oración. Las enseñanzas se agrupan en tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).
En Lucas, los discípulos reconocen en la práctica de Jesús una nueva forma de orar, que les impresiona y quieren imitar. Un día, al finalizar su oración, uno de ellos le pide que les enseñe a orar. La comparación con Juan el Bautista y sus discípulos es importante. Era común que cada maestro transmitiese a su grupo de seguidores una oración que los uniera, una especie de credo que los identificase. Los discípulos le reclaman al Señor que él también les enseñe una oración que los reúna, que los congregue como comunidad que intenta vivir como él. El Padrenuestro es una síntesis del mensaje de Jesús, un resumen de sus motivaciones más profundas. Es importante descubrir que Jesús, cuando quiere transmitir lo medular de su predicación y su vida, no utiliza un discurso doctrinal, sino una breve oración que reúne lo más importante del sentido de su vida. Jesús reza y enseña el Padrenuestro porque primero lo vive y lo practica.
Como Jesús… ¡Vivamos y experimentemos la fuerza de la oración!
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