En este fragmento del Evangelio, el Señor, que es fuego, nos muestra que arde de pasión y desea que aquellos que le siguen también ardan, que se inflamen del Espíritu Santo, de caridad y amor, espíritu de fuego que actúa a través de Cristo y del Espíritu. Optar por Cristo es sentirse compenetrado con su ideal, con el corazón enardecido y encendido del amor por Él, que nos estimula a ser apóstoles y a prender la antorcha del fuego del amor y la fe, llama que ilumina, que da
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