miércoles, 24 de abril de 2019

Conversión de San Agustín

Después de buscar la verdad a lo largo de la vida y de tener un corazón inquieto, San Agustín fue bautizado por San Ambrosio en la vigilia Pascual del 24 de abril de 387. En una oración expresa todo lo vivido en ese momento.

¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.

Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.

Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti.

Agustín de Hipona


Para explicar esta hermosa oración a mis catequistas, les puse la canción de Fito Cabrales "Al Cantar". Hoy más que nunca hemos de hacer un viaje hacia el corazón de nuestro corazón. Allí está la verdad de nuestra existencia. Esto "no es placer, es necesidad" y dejar de buscar fuera lo que desde siempre llevamos dentro y así poder sentirnos vivos y que no estamos muertos.


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