"Os haré pescadores de personas” no es un lema de propaganda misional.
“Enviaré pescadores a pescarlos” (Jr 16,16), decía el profeta al constatar la situación de corazón obstinado del pueblo (Jr 16,16).
Pescar peces es sacarlos de vida a muerte, del mar que es su vida a una atmósfera para ellos irrespirable.
La persona que sabe nadar también está en el agua como en su elemento y no necesita que la saquen. Pero quien no sabe nadar y está en peligro de ahogarse necesita que le ayuden a salir del mar, que es lugar de muerte.
El llamado y encargo de Jesús es: “Pescad personas” para la vida, liberadlas, sacadlas del elemento de muerte en que se están ahogando. Pescadlos vivos, dejadlos vivir y hacedlos vivir vida verdadera.
J.Masia
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