miércoles, 21 de marzo de 2012

Más voluntariado II


El primer día de proyecto de la segunda evaluación:
El primer día de proyecto ya empezamos con el sitio nuevo: La parroquia de Jesús Obrero en Almanjáyar. Cuando llegamos nos tomaron los datos y más tarde entramos en la clase que nos tocaba, la nuestra era el nivel dos, con niños de entre 7 y 10 años más o menos. A mí me tocó con dos niñas: Yomara y Dolores las dos de siete años. Empecé a ayudarlas con los deberes y desde luego que hay que tener paciencia porque se distraen con todo, realmente me encantó estar con ellas y me sorprendió muchísimo la vida que llevan para tener 7 años, todo el día en la calle, padres que no les dan la atención que necesitan…etc. Desde luego que ese día salí contentísima de haber estado allí, cuando me fui me despedí desde lejos de Yomara y vino corriendo me dio un abrazo y me pidió que no me fuera, me llenó muchísimo porque eso quiso decir que por lo menos le había llegado un poquito.

Segundo día de proyecto:
El segundo día que fuimos a proyecto iba con muchísimas ganas, tenía ganas de ver a Yomara y a Dolores otra vez. Realmente ese día fue genial, estuvimos haciendo los deberes, hablando, riéndonos.
Realmente sorprende mucho lo feliz que puedes hacer a un niño pequeño yendo allí una vez a la semana y una hora pero lo que sorprende aún más es lo que hacen, no sé…tan pequeños y metidos en tantos líos ya…nosotros por decirlo de algún modo somos como una pequeña distracción, ese pequeño respiro que a veces uno necesita.

Tercer día de proyecto:
El tercer día esperaba encontrarme con Yomara y con Dolores pero ese día ellas no fueron y me senté a ayudar a Sules, le llaman así, su nombre real es Jesús Heredia. Supuestamente este niño es de los más malillos por así decirlo, pero me pareció un sol, me senté a ayudarle y le costaba un poquito pillar las cosas pero no sé…me resultó un niño muy constante, con ganas de aprender o de acabar su tarea. Es curioso como los niños de proyecto se vuelven locos cuando les dices que les vas a dar un punto dorado, es como si le das su recompensa por estar por la tarde allí haciendo los deberes.

Cuarto día de proyecto:
El cuarto día de proyecto volví a estar con Sules y me hizo muchísima ilusión que nada más verme entrar por la puerta me llamara para que me sentara con él, ese día le pregunté las tablas de multiplicar, me hacía mucha gracia lo bien que se la sabía y siempre que le preguntaba me respondía: ‘’pues que va a ser’’ no sé, realmente ese día fue increíble. Cuando me fui  vino y me dio un abrazo y no sé, me sentí realmente bien.

Teresa Molinero Avilés

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