sábado, 3 de marzo de 2012

Simplificar la mirada



Simplificar la mirada es fijarla en el Tú. Él nos libera de nosotros mismos.

Y confiar incondicionalmente. Ocurra lo que ocurra, estoy en buenas manos.

Y buscar sólo la voluntad de Dios en todo, sabiendo que mi libertad interior no está en acertar, sino en abrirme a lo que Él quiera.

Simplificar la mirada está en dejarse querer gratuitamente. Pretender justificarse ante Dios o la propia conciencia crea angustia y división.

Y preferir las razones del corazón a los argumentos racionales.

Y confiar en la luz interior del Espíritu que guía por intuición y afinidad.

Simplificar la mirada supone que la fe va desnudándose de esquemas, sentimientos, imágenes...

Y que la esperanza encuentra el gozo en vivir al día, sin planes ni expectativas.

Y amar, sin otra pretensión que dejarle a Dios que sea Dios.

1 comentario:

groucho dijo...

Así es y así será, pero cuanto cuesta soltar lastre. Gracias Victor.