En una obra del escritor
brasileño Pedro Bloch hay un diálogo con un niño sobre la oración de petición
que es estupendo. Como casi siempre, las mejores respuestas son las más
sencillas, es decir, las de los niños:
- ¿Rezas a Dios? - pregunta
Bloch.
- Sí, cada noche - contesta el
pequeño.
- ¿Y que le pides?
- Nada. Le pregunto si puedo
ayudarle en algo.
¡¡¡Pequeño-gran cambio de
actitud!!!
"Te alabo, Padre, Señor de
cielo y tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, y se
las has dado a conocer a estos, los pequeños" (Mt 11, 25)
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