domingo, 3 de febrero de 2013



De un texto del siglo IV

Cristo no tiene manos; 
Sólo tiene nuestras manos 
para alargarlas a aquel 
que lo necesita. 

Cristo no tiene pies; 
Sólo tiene nuestros pies 
para caminar con aquel chico  
o aquella chica que siempre caminan solos. 

Cristo no tiene labios; 
Sólo tiene nuestros labios 
para consolar a aquel que está triste. 

Cristo no tiene ayuda; 
Sólo tiene nuestra ayuda 
para ser portadores de su mensaje. 

Nosotros somos el último mensaje de Dios
escrito en hechos y en palabras. 
Nosotros somos la única Biblia 
que la gente puede leer todavía. 

No hay comentarios: