lunes, 19 de diciembre de 2011

Voluntariado 6

De Martina Diliberto:

 Bueno he faltado dos días a proyecto por cosas del conservatorio pero los dos días que me faltaban por contar los voy a contar ahora. El segundo día que estuve en el segundo centro en Churriana, estuve todo el tiempo hablando con Pilar junto a Teresa. Fue una larga conversación y nos estuvo contando casi toda su vida aunque, como es normal, se contradecía o decía cosas sin sentido. Pero aún así fue una buena conversación, Teresa y yo nos lo pasamos muy bien hablando con ella. Se veía feliz a Pilar con nosotras y eso me sacaba una sonrisa. A la vez que hablábamos con Pilar teníamos que cuidar de María para que no se escapase y a veces resultaba muy difícil, me miraba y me soltaba las manos violentamente. Al principio siempre todo esto te choca mucho pero los comprendes, debes comprender a cada uno, por qué te miran, por qué tienen un determinado comportamiento, por qué son así ahora. A lo mejor es simplemente cualquier enfermedad que tengan o a lo mejor es por todo lo que han vivido y que se dan cuenta que las cosas no son como eran antes y que ahora viven con otras treinta personas en situaciones parecidas a las suyas. Ese fue un buen día, me gustaba ver a Pilar feliz con nosotras y a los demás que estaban hablando con Marta, Víctor, Laura y Helena que hoy nos acompañó. Pero el siguiente día Pilar no se encontraba bien y se me partió el corazón verla mal y rezando para morir. Es muy duro ver cosas como ésa. Pero así es la vida, al igual que yo un día puedo estar muy feliz y al día siguiente triste o encontrarme mal a ellos también les pasa, y más a menudo. Por lo tanto ese día no pudimos hablar con Pilar y como vimos que estaban afectadillos los de esa sala nos fuimos a la otra sala. Estuvimos hablando con Diego un rato y fue muy agradable hablar con una persona que conoce tanto de la enseñanza y del arte. Más tarde estuvimos hablando cada una con una persona completamente nueva para nosotras. Yo estuve hablando con un hombre prácticamente 45 min o así, y se me venía abajo muchas veces pero yo intentaba animarlo. Él, a pesar de tener sus problemillas, estaba bien y me agradó mucho haber hablado con él ese rato. Para mí fue el último día ya que este jueves pasado tenía un compromiso con el conservatorio y tuve que ir a bailar al hospital. Me hubiese gustado pasar otro buen rato con ellos y sacarles sonrisas como habíamos hecho las cuatro hasta ahora a todos los que nos era posible. Ha sido una muy buena experiencia aunque resulta un poco dura enfrentarnos a ella por primera vez. Espero que en el segundo trimestre disfrutemos un montón de nuestro nuevo sitio y que los ancianos de Churriana estén con un buen grupo y los traten igual o incluso mejor que lo hemos hecho nosotras.

No hay comentarios: