quien tenga miedo a caer, que permanezca sentado
quien tenga miedo a escalar, que siga en el refugio
quien tenga miedo a equivocarse de camino, que se quede en casa...
Pero quien haga todo eso ya no podrá ser hombre, porque lo propio del
hombre es arriesgarse.
Podrá decir que ama, pero no sabe amar, porque amar es ser capaz de
arriesgar por otros.
Vientos de libertad. Julián Ríos.
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