Cuatro alumnas del Colegio Santo Tomás de Villanueva de Granada, están realizando una actividad de voluntariado desde la asignatura llamada Proyecto Integrado. Este trimestre han estado en la residencia de ancianos de Fray Leopoldo. Ellas son Candela, Marta, Ana e Inés. Aquí os dejo su diario de su experiencia.
Candela:
El martes tuvimos nuestra primera visita a la residencia Fray Leopoldo. Fue una gran experiencia, el conocer a todos aquellos ancianos, ver como vivían, como se encontraban... Al principio impactaba las condiciones que tenían, porque su salud no era del todo buena, pero ellos estaban allí sin protestar casi. Tuve el placer de conocer a Manuela, una anciana con Alzheimer, ya que no se acordaba de nada y cada cinco minutos nos volvía a preguntar lo mismos. Fue todo un placer compartir un rato con ella paseando, la sensación de paz que transmitía era increíble. Me ha encantado la experiencia y sin duda repetiría mil y una vez porque esta clase de oportunidades hay que aprovecharlas. Espero impaciente la siguiente visita.
Inés:
El día 22 fue mi primer día de voluntariado. Cuando llegamos todavía no había venido la enfermera así que tuvimos que esperar un rato, finalmente llegó y nos dijo que nos pusiéramos a hablar con los ancianos que había en la salita de la primera planta. Había tres ancianos, y yo me puse a hablar con uno de ellos que se llamaba D. Pepe. Al principio me costó mucho, porque sólo me respondía si o no, y me era muy difícil sacarle tema de conversación. Así qué me desanimé un poco pensando que a lo mejor era una persona que simplemente prefería estar sólo sin que nadie le molestase. Pero aun así seguí hablando con él, y al final conseguí hacer que se riera con algunas preguntas y que me dijera que claro que le gustaba que le visitaran jóvenes. Gracias a esto luego me animé mucho más y me gustó bastante seguir hablando con él aunque la conversación no fuera muy fluida. Luego se tuvo que ir a asearse y ya estuvimos hablando todos los que estábamos en la sala juntos, haciendo bromas y hablando incluso con algunos familiares. Al final la visita me gustó mucho, porque me di cuenta de que todas las personas sean o no muy habladoras, se sienten muy agradecidas de contar con alguien a su lado, y que puedes alegrarle aunque sea sólo un poco la tarde con tu compañía, mostrando interés y sonriendo.Ana:
El martes pasado nos dividieron en dos grupos, Inés Marta y candela se fueron a la planta donde se encuentran las personas con Alzheimer y yo me fui junto con Víctor Molinero a jugar a las cartas con un anciano que era asmático. Nos pasamos el rato jugando a el juego de la "ronda" pero estuvo bien porque mientras hablábamos con el y nos contó parte de su historia, que vivió en Alemania durante mucho tiempo, se vino a trabajar de camarero a Granada,... Fue bastante simpático con nosotros y aprendí de el que aunque la vida te ponga muchas piedras en el camino siempre conseguimos salir adelante.Marta:
Este martes he ido a una residencia de ancianos que está en el triunfo. Cuando llegamos allí nos dijeron que podíamos darles un paseo. Tuvimos la oportunidad de darle un paseo a dos personas muy diferentes pero a la vez eran unas personas maravillosas. Una de las personas se llamaba Carmen; que aunque no se acordase de nada, tenía siempre una sonrisa en la cara que no se la quitaba nadie, y la verdad es que me sorprendió muchísimo porque no me esperaba esa actitud en ella ni mucho menos. Y la otra persona era Pepe que fue al que le di el paseo. El sé acordaba absolutamente de todo y me estuvo contando lo que hizo en su juventud, lo que le gustaba hacer... Cuando me despedí de Pepe me dio las gracias por haber venido, cuando me lo dijo me sentí súper bien conmigo misma como si por fin hubiese hecho algo en mi vida que realmente valía la pena.
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